Entrevista a la directora de la Biblioteca de Elviña.
Copio directamente ( y sin comentar ) desde La Opinion:
" "Estamos completamente encajonados con la construcción del centro comercial. Que comer es más importante que leer, eso por supuesto, pero hemos salido perdiendo".
P. Gómez.A Coruña
Laura González Garcés, hija del intelectual Miguel González Garcés y hermana del concejal de Cultura, Carlos González Garcés, dirige la biblioteca con más usuarios de la ciudad -27.364 carnés expendidos- que cuenta con 165.000 libros y que durante 2005 prestó 87.000 volúmenes, 72.000 de ellos a adultos. Está "disgustada" con la construcción del centro comercial de Elviña delante de su edificio, que queda encajonado.
-¿Qué tal funciona la biblioteca? ¿Hay mucho movimiento?
-Muy satisfecha, funciona bien y tenemos muchos lectores. Y un gran fondo documental.
-¿Mejor aquí o en su anterior ubicación, en el jardín de San Carlos?
-Bueno... Estaríamos mucho mejor en un sitio céntrico, porque esto queda un poco a desmano. Todo el mundo se da cuenta de que la ubicación de esta biblioteca no es la apropiada. Pertenecemos al Ministerio de Cultura, esta es una biblioteca estatal, pero la gestión está transferida a la Xunta y el solar, este en el que estamos ahora, lo cedió el Ayuntamiento. Y desde luego, este no es el sitio para una biblioteca, no sé cómo se les ocurrió colocarla aquí.
-¿Cree que tendrían más lectores si estuviese ubicada en otro lugar?
-Seguro, seguro que tendríamos mejores resultados si estuviésemos ubicados más hacia el centro. Es una profunda contradicción que el Ayuntamiento haya concedido un solar para la biblioteca y que lo haya hecho aquí, si querían sacarla adelante.
-¿Cómo les perjudica la construcción del nuevo centro comercial, que les ha tapado completamente la fachada?
-Creo que es natural que el Ayuntamiento mantenga el mercado. Es más importante comer que leer libros, eso por supuesto... [risas]. Me parecería normal que mantuviesen un edificio de las mismas características pero lo que han construido es mucho más grande, es un edificio enorme y feísimo. Estamos completamente encajonados porque ocupa casi el doble que el anterior. Parece que no hay ninguna preocupación por los parques ni los jardines... Y los niños que antes jugaban en el parque que había aquí luego venían a leer a la biblioteca... Estoy realmente muy disgustada porque ahora nos tapan completamente y perdemos mucha luz porque el centro comercial no es acristalado por la parte de atrás.
-¿Y no habló con el Ayuntamiento, para pedirles que interviniesen o que les busquen a ustedes otra ubicación?
-¿Para qué? Si el Ayuntamiento decide hacer algo, lo va a hacer digamos lo que digamos porque siempre hacen lo que les sale de las narices.
-¿Cómo ven los usuarios el nuevo edificio?
-Psicológicamente da la impresión de que estamos arrinconados, en la parte de atrás del centro comercial. Los usuarios habituales, que nos tienen mucho cariño, nos han comentado críticas... Nadie ve que el nuevo edificio esté en un sitio oportuno.
-¿Cómo ha cambiado la biblioteca con la generalización de las nuevas tecnologías?
-Ahora mismo en la biblioteca tenemos 16 puntos de Internet, una hemeroteca electrónica y una sala infantil... Ha sido muy importante la llegada de las nuevas tecnologías porque hay una gran demanda de Internet, además de la fonoteca y la videoteca que tenemos.
-¿Hay colaboración entre las bibliotecas de la ciudad?
-Ahora mismo estamos estudiando la posibilidad de crear un catálogo colectivo con las otras bibliotecas de la comunidad autónoma y con las municipales que tienen el mismo sistema que nosotros. El objetivo es capturar registros, para aprovechar mejor el trabajo y los recursos. De esa manera no repetiremos el mismo trabajo todos en cada biblioteca pública.
-¿Qué necesita la biblioteca en estos momentos?
-Dinero y personal. No podemos abrir los sábados porque estamos pendientes de tener a más gente. No nos dan dinero desde la Consellería de Cultura y llevamos con el mismo presupuesto desde hace doce años... Y ahora mismo, las perspectivas no son buenas, por el endeudamiento que dejó la anterior Xunta, la Ciudad de la Cultura... Necesitamos dinero para poner jaboneras en los baños, para contratar a una limpiadora para las tardes... También lo necesitamos para comprar libros. Nos dicen que nos apretemos el cinturón, pero es que ya no tenemos ni cinturón que apretarnos...
-¿Le han planteado estas necesidades a la conselleira, Ánxela Bugallo?
-De momento está todo muy parado, no hemos notado ningún cambio con el nuevo gobierno pero no me hago demasiadas ilusiones, porque no hay dinero.
"La mayoría de los lectores son del barrio y de Oleiros"
Además del préstamo de libros y demás material documental y los puntos de información de Internet, la biblioteca pública González Garcés ofrece actividades complementarias, como talleres de animación a la lectura para niños y visitas guiadas para colegios e institutos de la ciudad. También organizan un club de lectura para adultos, donde un grupo de ciudadanos comentan un texto que les proporciona la biblioteca, guiados por una monitora. Tras el éxito de la exposición de El Quijote, preparan una muestra de carteles que proceden del depósito legal. Cualquier cosa que se imprima en la provincia tiene que mandar una copia a la González Garcés y con eso van a hacer la muestra, que incluirá documentos que datan incluso de 1958.
-¿Cuál es el perfil del usuario de la biblioteca?
-Tenemos un perfil muy variado de usuario. Hay muchos niños, muchos jóvenes, adultos... Los estudiantes también vienen porque tenemos libros de distintas carreras, de Informática sobre todo. Hay muchas novelas, teatro, poesía... En un estudio que hicimos comprobamos que la mayoría de los usuarios son de la zona y después es de Oleiros desde donde más gente viene. Creo que es porque allí tienen buenas bibliotecas y a la gente le meten el gusanillo.
-¿Qué demandan los lectores?
-De todo, novedades, clásicos... Ellos hacen sus sugerencias y nosotros las atendemos en la medida de lo posible.
-¿Quién escoge los libros que se adquieren para la biblioteca
-Hay un equipo técnico que se reparte los volúmenes que nos llegan desde las editoriales. "
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pomar -