Pues me he dejado las llaves en la otra cazadora...
Menos mal que a ese señor de ahí le sobra una copia.
Menos mal que a ese señor de ahí le sobra una copia.
Más majo él...
Curiosa forma de enganchar los bloques.
Por si tenéis curiosidad, la parte que sobresale se llama "adaraja". Y ls hendidura en que se introduce se llama "endeja".
El conjunto de adaraja más endeja se denomina "Enjarje".
Vamos, croquetas con forma de albóndigas 🥳.
En España, suele definirse al plato combinado como cualquier mezcla de alimentos con huevo frito.
Se ve que no somos los únicos en pensarlo.
No soy demasiado amigo de usar el movil para todo.
Pero en ocasiones como esta, invita a tu mesa a google lens y sabréis lo que estáis pidiendo.
Supongo que la cantidad de edificios de una o dos plantas favorece la instalación y el uso de paneles solares.
Ahi, en plena calle. Y con los estantes llenos de papel sin proteger. Lo que nos dice que los roban poco... Y que tampoco llueve mucho.
Saliendo de la estación.
De Holanda, de donde procede esta tela.
1. f. Lienzo muy fino de que se hacen camisas, sábanas y otras cosas.
2. f. Papel rectangular, cuadrado o circular, que se usa como adorno en el comercio para servir pastelería.
3. f. Aguardiente obtenido por destilación directa de vinos puros sanos con una graduación máxima de 65°. U. m. en pl.
lágrima de Batavia, o lágrima de Holanda
1. f. Gota de vidrio fundido que, al echarse en agua fría, toma forma ovoide o de pera.
tierra de Holanda
1. f. ocre (‖ mineral empleado en pintura).
1. adj. Natural de Holanda, región de los Países Bajos situada al oeste del país. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a Holanda o a los holandeses.
3. adj. Perteneciente o relativo al holandés (‖ dialecto). Léxico holandés.
4. adj. neerlandés. U. t. c. s. Ahí viven unos holandeses. Habla holandés y sueco.
5. m. Dialecto del neerlandés que se habla en los Países Bajos.
6. f. Hoja de papel de escribir, de 28 por 22 cm aproximadamente.
a la holandesa
1. loc. adj. Dicho de una encuadernación: Que resulta económica, porque el cartón de la cubierta va forrado de papel o tela, y solo el lomo va de piel.
2. loc. adv. Al uso de Holanda.
atracada a la holandesa
1. f. Mar. atracada violenta por mala maniobra.
tabaco holandés, o tabaco holandilla
1. m. tabaco flojo y de poco aroma que se cría y elabora en Holanda.
A ver que nos dice el Panhispánico:
Países Bajos
1. Nombre oficial de este país de Europa. Se usa normalmente con artículo: «España, Reino Unido, Alemania, Francia y los Países Bajos son los que han participado de forma más intensa» (Cuenca Europa [Esp. 2002]). Su gentilicio es neerlandés, que también se emplea, como sustantivo masculino, para designar el idioma: «Tras lograr un convincente triunfo […] sobre el también neerlandés Raemon Sluiter» (Mercurio [Chile] 16.7.2004); «Se tradujo al inglés, al francés y al neerlandés» (Tamames Economía [Esp. 1992]).
2. El nombre Holanda designa estrictamente una región occidental de los Países Bajos, dividida en dos provincias, Holanda del Norte y Holanda del Sur: «También en los Países Bajos, y sobre todo en la región de Holanda […], grandes extensiones de la llanura interior se encuentran por debajo del nivel del mar» (RdgzPose Marco [Esp. 1995]). No obstante, es frecuente y admisible emplearlo en el habla corriente para referirse a todo el país, uso que no debe extenderse a textos oficiales: «Le preguntaban por su hija Máxima, la futura reina de Holanda» (Clarín [Arg.] 20.6.2001). Por esta razón, también se emplea comúnmente el término holandés como gentilicio del país y como nombre del idioma: «Eurodiputados alemanes, holandeses y suecos reclamaron una reforma en profundidad de la PAC» (NCastilla [Esp.] 1.3.2001); «Mi padre no entendía el holandés tan bien como yo» (Semprún Autobiografía [Esp. 1977]).
2019
2020
2021
2022
2024
https://www.youtube.com/watch?v=2G8k8lEa70g
En cualquier lugar donde haya hoy un gallego...
Fuego y saltos.
https://www.youtube.com/watch?v=us0rPzPm4rY
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.