La Meiga Mayor no tiene novio.

No suelo comentar segun que noticias de relleno, pero esta me ha gustado. Desde La Voz de Galicia:

" «No tengo novio, ponlo grande»

El pulso de la ciudad

Estefanía Filloy, la Meiga del San Juan, es una joven simpática y locuaz que confiesa que tiene el corazón desocupado

«Me encantó el acto del sábado. Si por mi fuese, podría haber durado 24 horas más», afirma Estefanía Filloy López , que el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, cumplirá 22 años. Ese acto al que hace referencia fue la prueba final para la selección de la Meiga de las Hogueras de San Juan. Esta joven, vecina de Matogrande desde hace cinco años y que antes vivió en la ronda de Outeiro, ganó por la intensidad de su mirada azul y por su simpatía y locuacidad. «Me gusta la pasta, la de comer, me gustan los italianos, me refiero a los restaurantes», comenta subiendo y bajando la mirada y sin despegar la sonrisa de su sonriente cara. Estudió en la Grande Obra de Atocha, y dice que no sacaba malas notas pero que dejó de estudiar, «porque sí. Decidí que quería hacer peluquería y estética», sentencia. «Peluquera, como Ana María Ríos», le comento. «Sí, pero yo en Interviú sólo saldría vestida de gallega. Muy vestida», reflexiona vacilona. Al lado de casa ?rabajó en una peluquería hasta que le llegó una oferta mejor. «Me salió lo de teleoperadora, en Matogrande, al lado de casa, y sólo por las mañanas, y no me lo pensé dos veces», comenta. Le gusta salir de juerga, escuchar todo tipo de música, bailar, estar sola de vez en cuando e ir a la aldea familiar, Boimorto. «No tengo novio, ponlo grande. Me duran poco. Creo que soy demasiado buena». Ahí la tienen. Dice que se presentó porque la animó una amiga y su tía Mili, y ahora quiere aprovechar la oportunidad. «Antes iba a la zona del Orzán a saltar la hoguera», recuerda. "

Con todo el respeto...Guapa, haciendo juegos de palabras...¿No le gustara leer como a una descosida, verdad? Porque entonces, ejem, señorita, por aqui tambien estamos libres y... Hala, a cuidarse y a no quemarnos al saltar hogueras.