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La Torre de Hercules

Las Cuentas del Gran Capitan, de Lope de Vega I.

Las cuentas del Gran Capitán

Lope de Vega



  -fol. 42r [48r]-

 
PERSONAS QUE HABLAN EN ELLA
 

 
ESPINELO.
POMPEYA,   dama.
JULIA,   dama.
FABRICIO URFINO.
GARCÍA DE PAREDES.
ALBERICO.
UN PAJE.
DON JUAN DE CÓRDOBA.
EL GRAN CAPITÁN.
JULIO,   criado.
MORATA,   lacayo.
[REY DON FERNANDO.]
[EL ALMIRANTE.]
[PERALTA,   capitán.]
[EL CONDESTABLE.]
[NUÑO DE OCAMPO.]
[AUDITOR.]
[DON ÁLVARO OSORIO.]
[REINA GERMANA.]
[UN SECRETARIO.]
[REY LUIS.]
[Dos Contadores.]






ArribaAbajo[Acto I]


 

Salen ESPINELO y ALBERICO.

 
ESPINELO
Puesto que su grandeza se atreviese
con el valor de su invencible estrella,
y de Alejandro la opinión tuviese
que por el nombre ya igualó con ella;
saldrá el gran Capitán, aunque le pese, 5
aquesta vez de Nápoles la bella,

-fol. 42v [48v]-
porque mis cartas van haciendo efeto.
ALBERICO
No hay que advertir a un hombre tan discreto.
Pero parece que podréis primero
sacar, por más que la calumnia afirme, 10
a las estrellas fijas del crucero,
que en las esferas le llamaron firme.
Desengastar el Sol os considero,
de aquel esmalte azul, sin persuadirme,
que le saquéis de Nápoles, ni pueda 15
haber engaño que a su nombre exceda.
Corre del Norte al Sur la ilustre fama
de Gonzalo Fernández, de tal modo
que el grande a voces (como veis) le llama,
y ya lo es tanto que lo ocupa todo. 20
Y puesto que la envidia le desama,
y a sus persecuciones me acomodo;
confieso su virtud y su grandeza.
ESPINELO
No hay en la tierra estado con firmeza,
puesto que va creciendo cada día 25
su autoridad y nombre en todo el suelo,
también mengua en su Rey por causa mía
el crédito que tiene de su celo.
La nave, que las aves desafía,
y con alas de lienzo excede el vuelo 30
de su pluma veloz, que al aire estiende,
una rémora débil la suspende.
Yo he escrito al rey Fernando de Castilla,
por muerte de Isabel, sin ella agora,
que aquestos reinos a Felipe humilla, 35
por Juana de su puesto Sol Aurora.
ALBERICO
¿Creeralo el Rey?
ESPINELO
No hay amistad sencilla,

amor ni voluntad, que en sola un hora
no derribe en los príncipes al suelo,
cualquiera información, bueno o mal celo. 40
El Rey con esto sospechoso vive,
y del gran Capitán mil quejas forma,
que su inocencia, fe y lealtad le escribe,
con quien la fama universal conforma.
Mas la satisfación tan mal recibe, 45
y lo que toda Nápoles le informa;

-fol. 49r-
por el temor que de su yerno tiene,
que ya de Flandes a Castilla viene.
Que solo quiere que se vuelva a España,
y a don Alonso de Aragón envía 50
con el gobierno deste Reino.
ALBERICO
Estraña

causa de competencia.
ESPINELO
El Rey porfía

a quedarse en Castilla.
ALBERICO
Amor le engaña,

por Isabel la posesión tenía,
si hereda Juana; justamente ha sido 55
el Rey, el Archiduque su marido.
Reine Felipe de Austria, que a su nieto
Carlos, no ha de quitarle el rey Fernando
el natural derecho.
ESPINELO
Vive inquieto,

no dejar a Castilla procurando. 60
Aquí mi información halló su efeto,
y persuadiose el Rey, imaginando
que en el gran Capitán caber podría,
darle este Reino, al que a reinar venía.
ALBERICO
No me espanto que el Rey lo haya creído 65
celoso de su yerno, y que en desgracia
de Fernando el Virrey haya caído,
aunque estuvo primero en tanta gracia.
ESPINELO
Yo sé que ya le tengo persuadido,
que es desleal con fuerza y eficacia 70
tan fuerte, que podrá solo mi engaño
sacarle deste Reino con su daño.

 

(Sale un PAJE.)

 
PAJE
El Virrey, mi señor, me mandó agora,
que os llamase a los dos.
ALBERICO
Los dos iremos

a ver lo que nos manda su Excelencia. 75
 

(Vase el PAJE.)

 
Cosa que haya entendido nuestro trato.
ESPINELO
Bueno fuera que el Rey le diera aviso.
ALBERICO
¿No puede ser?
ESPINELO
Es imposible caso.

ALBERICO
Nunca tanto os fiéis de la mentira,
que luego se conoce si se mira 80
como moneda falsa, que por eso,
aunque finge el color, no finge el peso.

 

(Vanse.)

 
  -fol. 49v-  

 

(Salen POMPEYA y JULIA, damas.)

 
JULIA
Ya tan española estás,
que todos lo echan de ver.
POMPEYA
Mucho más lo pienso ser, 85
si tu licencia me das.
JULIA
Yo no hablo con malicia,
ni he codiciado a don Juan,
si bien por cuerdo y galán
pone en tus ojos codicia. 90
POMPEYA
Más me agrada que Fabricio,
yo te digo la verdad.
Pero de mi voluntad
es este el primer indicio.
Que de los pasos de amor, 95
aún no he tocado el segundo,
ni en sus pensamientos fundo
principios de mi favor.
Que si del gran Capitán
es, como sabes, sobrino; 100
también es Fabricio Urfino
tan noble como don Juan.
JULIA
¿Para qué buscas rodeos
en cosas tan declaradas?
A España, de quien te agradas, 105
te llevan siempre deseos.
Siempre ha de ser vitoriosa
España, siempre mejor;
más en ti señal de amor
que en mí de que estoy celosa. 110
Nunca de alabar te olvidas
sus triunfos y sus despojos;
que aun las niñas de los ojos
tienes de español vestidas.
POMPEYA
Como hablo con don Juan, 115
y que se acerque le dejo,
y son los ojos espejo,
vese su traje galán.
Habla tú también con él,
y vestirás de español 120
tus niñas, aunque en el Sol
nadie se ha mirado bien.
JULIA
¿Burlas, Pompeya?
POMPEYA
No creo,

que me he burlado contigo
después que tratas conmigo. 125
JULIA
Como eso puede un deseo.
Don Juan viene a meter paz.
POMPEYA
Aquí no hay guerra ninguna;
que si es mujer la fortuna,
amor es niño y rapaz. 130

 

(Sale DON JUAN DE CÓRDOBA.)

 
DON JUAN
Diome aviso desta junta
Mendoza, y quise gozar
tan buena visita, y dar
respuesta a vuestra pregunta,
que va en aqueste papel. 135
POMPEYA
Siéntese Vueseñoría,
que aunque es la pregunta mía
no quiero respuesta en él.
DON JUAN
También os la quiero dar
a boca, si sois servida. 140
JULIA

  (Aparte.) 

De celos estoy perdida.
POMPEYA
Pues quiero el papel guardar
para mejor ocasión.

 

(Da DON JUAN un papel a POMPEYA, y siéntanse los tres.)

 
JULIA
Respuesta a pregunta.
POMPEYA
Sí.

JULIA
Veamos.
POMPEYA
No es para ti,
145
que cosas de España son.
JULIA
También tengo yo deseo
de la grandeza de España:
muestra a ver.
POMPEYA
Ya estás estraña.

  -fol. 50r-  
DON JUAN
Que se burla Julia creo. 150
Aquí tengo el borrador,
si es de mi ingenio el cuidado,
que aquel papel es traslado.
JULIA

 (Aparte.) 

Declarado está su amor.
DON JUAN
Pompeya me preguntó. 155
JULIA
Esperad, dígalo ella,
por ver si viene con ella
esta respuesta.
DON JUAN
Eso no,

que es poner en mi verdad
falta; y vos no sois jüez 160
de preguntas, ni esta vez
de saber mi voluntad.
Digo que me preguntó
qué era amor, y respondí
en este Soneto así. 165
POMPEYA
Ya quise decirlo yo;
mas por no ser descortés,
hablando el señor don Juan,
quise callar.
JULIA

 (Aparte. 

No podrán

mis celos callar después.) 170
¿No dijisteis que el papel
era de cosas de España?
DON JUAN
Pues en eso no os engaña,
si es amor cuanto hay en él.
JULIA
¿Solo en España hay Amor? 175
POMPEYA
Si sus grandezas están,
Julia, todas en don Juan
por su sangre y su valor;
tratando su amor aquí,
de cosas de España trata. 180
JULIA
¿Pues ama?
POMPEYA
A quien no es ingrata.

JULIA
¿A quien no es ingrata?
POMPEYA
Sí.

JULIA

 (Aparte.) 

Basta, que aún vengo yo a ser
alcagüeta entre los dos.
DON JUAN
¿No escucháis?
JULIA
Hablando vos
185
será fuerza enmudecer.
DON JUAN

 (Lee.) 

La opinión general pinta desnudo
al ciego Amor, y en esto no se engaña;
que cuando de intereses se acompaña,
ni lo es, ni lo será, ni serlo pudo. 190
Dicen, que es gala al tosco, ingenio al rudo,
propia amistad, correspondencia estraña,
mano al avaro, y al inhábil maña,
freno al soberbio, y al cobarde escudo.
Dicen, que es un afecto, que conquista 195
la hermosura en quien hace el alma empleo,
sin que prudencia humana le resista.
Yo digo, que es Amor (y en mí lo veo)
un animal que le engendró la vista,
dio vida el trato, y manos el deseo. 200
JULIA
A ver el papel, que entiendo
que lo decís de memoria.
DON JUAN
Viene Fabricio.
JULIA

 (Aparte.) 

La historia

de su amor voy conociendo.
Necia esperanza me engaña. 205
  -fol. 50v-  

 

(Sale FABRICIO URFINO.)

 
FABRICIO
No vengo a buena ocasión,
pues vuestra conversación
ocupa el valor de España.
DON JUAN
Siempre vos, señor Fabricio,
en toda parte tenéis 210
el lugar que merecéis.
FABRICIO
El desta casa codicio,
como la de más valor.

 (Siéntase.) 

¿Qué se trataba?
DON JUAN
Leía

un soneto.
FABRICIO
Trataría
215
dulces efetos de amor.
DON JUAN
No trataba sus efetos,
sino sus difiniciones.
FABRICIO
Tiene mil aplicaciones,
y diferentes concetos. 220
Yo nunca supe escribir;
pero a ninguno daré
ventaja en la firme fe
con que he sabido sentir.
DON JUAN
Quien ama siente, y al paso 225
de amor es el sentimiento;
sino es, que al entendimiento
deis esta excelencia acaso.
Y si es ansí, alabaréis
lo que ahora nos decís, 230
que con ventaja sentís,
por la que en saber tenéis.
FABRICIO
Fuera error, señor don Juan,
alabar mi entendimiento.
Doy ventaja al sentimiento 235
por la ocasión que me dan.
Amo un divino sujeto.
POMPEYA
Señor Fabricio, si nace
del sujeto lo que hace
sentir, y no el ser discreto; 240
quiero un argumento hacer.
FABRICIO
Señora Pompeya, estoy
rendida, ventaja os doy,
pero a ninguno en querer.
POMPEYA
Si amase el mismo sujeto 245
otro amante, ¿sentiría
lo mismo que vos?
FABRICIO
Sí haría,

siendo de su causa efeto.
POMPEYA
Luego a nadie aventajáis
en sentir.
FABRICIO
Debe de haber
250
a quién de favorecer,
Pompeya hermosa, gustáis.
Que aunque presidir aquí
tan justamente podéis;
la causa que defendéis 255
os la ha dado contra mí.
DON JUAN
No defiende la señora
Pompeya causa ninguna;
que si defendiera alguna,
fuera la vuestra; y si agora 260
tuve yo necesidad
de defensa, fue por ser
ignorante y conocer
vuestra rara habilidad.
Las armas he profesado 265
siempre al lado del Virrey
mi tío, viviendo en ley
de español noble y soldado.
No sé lo que es argumentos;
pero si amara bien sé, 270
que amor a mi firme fe
le enseñara sentimientos.
Y pues vos sabéis sentir,
de la manera que amar;
yo me aplico a pelear, 275
aplicaos vos a escribir.
Escribid, y el premio os den;
pues todos, Fabricio, en suma
dicen, que Italia la pluma,
y España las armas.
POMPEYA
Bien.
280
FABRICIO
¿Muy bien?
  -fol. 51r-  
POMPEYA
Si tan nueva hazaña

como esta conquista ha sido,
ese nombre ha merecido
para las armas de España;
no es mucho, que a Italia den 285
la pluma.
FABRICIO
Italia señora

en otros tiempos, y agora
tiene las armas también.
A Roma reconoció
por reina el mundo; y a España 290
sujetó, con quien se engaña,
quien la pluma la aplicó.
Plumas y armas suyas son.
DON JUAN
Si Italia al mundo tenía
a sus pies, ya llegó el día, 295
que no ha tenido nación,
que no le ponga en su cuello,
y muchas veces España.
FABRICIO
Eso mismo os desengaña,
de que el tiempo pudo hacello; 300
mas no faltar el valor
de sus ínclitos varones.
DON JUAN
Ya entonces de otras naciones
vitoriosas fue mayor,
dejando los alemanes, 305
que le pisaron la frente,
España a nadie consiente
hoy mejores Capitanes.
Que yo sé, que si viviera
César, diera su laurel 310
al gran Capitán, y dél
humildemente aprendiera
la militar diciplina.
FABRICIO
Esa es pasión española;
porque en Italia fue sola, 315
rara, insigne y peregrina,
de quien todas las naciones
aprendieron.
DON JUAN
No la mía.

FABRICIO
Por ser bárbara podría
decirlo, que sus pendones 320
no han llegado por valor,
sino por ventura aquí.
DON JUAN
Quien dijere (si por mí
se ha dicho tan grande error)
que España es bárbara; miente, 325
y esto a fuera probaré
con la espada.
FABRICIO
Y yo seré

 

(Vase DON JUAN, quiere salir FABRICIO, y no le deja POMPEYA.)

 
quien esta verdad sustente.
No me tengáis, que no es justo.
POMPEYA
Suplícoos que os detengáis. 330
FABRICIO
Vos el honor me quitáis,
Pompeya, por vuestro gusto.
POMPEYA
Eso es engaño, y creed
que miro solo el honor
de mi casa.
FABRICIO
Eso es rigor.
335
POMPEYA
Hacedme aquesta merced,
que después tendréis lugar.
JULIA
Don Juan se fue: bien podéis
dejarle.
POMPEYA
Tiempo tendréis

en que le podáis buscar. 340
FABRICIO
¡Qué buen pago de mi amor
al fin de tantos desvelos!
Pues vos me matáis con celos,
y él con quitarme el honor.

 

(Vanse.)

 

 

(Sale acompañamiento, y el GRAN CAPITÁN y GARCÍA DE PAREDES de camino.)

 
GARCÍA
Otra vez vuelvo a besaros 345
el pie.
CAPITÁN
Y otra vez abraza,

García, a quien más te quiere.
GARCÍA
Vive Dios, que con ser patria,
estaba de los cabellos
en España, y que las alas 350
de las aves, por venir

-fol. 51v-
con mayor prisa envidiaba.
¿Cómo está vuestra Excelencia?
CAPITÁN
¡Oh buen Paredes, bien pagas
todo el amor que me debes! 355
GARCÍA
Pesia tal, si la campaña
del mar fuera de enemigos,
no dudo, que de la espada
huyeran las libres olas,
y yo volara en el agua. 360
CAPITÁN
¿Qué hay en Castilla, García?,
¿es cierto, que el Rey se casa?
GARCÍA
No señor, que ya lo está.
Ya el rey Fernando y Germana
de Fox hicieron sus bodas, 365
con que está toda alterada.
Su legítimo señor,
Felipe Archiduque de Austria,
su yerno por su mujer
la princesa doña Juana, 370
que por su madre Isabel
queda reina propietaria,
quieren venir a reinar,
quieren embarcarse a España.
Pero Fernando no quiere 375
salir della, a cuya causa
padece el Reino.
CAPITÁN
¿Qué intenta?

GARCÍA
¿Intentará gobernarla?
CAPITÁN
¿Eso cómo puede ser,
si ya sus dueños se embarcan? 380
Que dos señores apenas
gobiernan bien una casa.
Con ser inferior la Luna
al Sol; a las veces anda
opuesta a su resplandor, 385
y asombra su hermosa cara.
GARCÍA
Grande amor tiene Castilla
al Católico.
CAPITÁN
Repara

justamente, en que le debe
la grandeza en que se halla. 390
Él ha echado los hebreos
que a Castilla molestaban,
los ladrones de los montes,
los bárbaros de Granada.
Ha restaurado las letras, 395
ha levantado las armas,
y fundado a nuestra Fe
las Inquisiciones1 santas.
Verdad es, que en toda empresa
merece justa alabanza 400
la Católica Isabel,
que a las griegas y romanas
quitó el laurel de la frente.
GARCÍA
Mal sus méritos le paga
Fernando, en casarse agora. 405
CAPITÁN
Sí, que le dio la palabra,
muriendo, de no lo hacer;
porque ya pronosticaba,
como es costumbre en quien muere,
las futuras amenazas. 410
Carlos hijo de Felipe
por su madre doña Juana,
ha de ser Rey de Castilla.
Mucho la verdad agravian,
los que a Fernando aconsejan. 415
Yo a lo menos con tardanzas
respondo a sus advertencias,
para sacarme de Italia,
que sé que le sirvo aquí.
Y pues que llego a tratarlas: 420
¿qué hay de mis cosas, García?
¿Qué dicen de mí?, ¿qué tratan?
GARCÍA
Por Dios, señor, que si tengo
de decir verdad; que andaba
rehusando hablaros en ellas, 425
porque me han podrido el alma.
Todo es enviar señor,
mil informaciones falsas
contra vos estos bellacos,
pícaros, sucios, canalla, 430

-fol. 52r-
por vida de...
CAPITÁN
Paso, quedo,

Paredes, ya sé quien anda
en estas cosas.
GARCÍA
La envidia

es la sombra de la fama.
Bien se me alcanza, señor, 435
que si la grandeza es tanta;
os dará más enemigos
que habéis muerto en mil batallas.
Como en el verano ardiente
llueve tal vez, y aquel agua 440
se convierte en sabandijas;
han sido vuestras hazañas.
De cada gota ha nacido
una envidia, que aunque bajan
del cielo de vuestras glorias, 445
y por quien el grande os llaman.
La humidad de su malicia,
y el calor de vuestra fama,
cría monstruos de traiciones2,
que sobre la tierra saltan. 450
Escriben al Rey mil quejas;
y la primera os levantan,
que a Nápoles queréis dar
al Rey Archiduque de Austria.
Que os escribís con su padre, 455
y que de secreto tratan,
que les deis las fortalezas
de Nápoles y Calabria.
La segunda, que dejasteis
pasar con cierta embajada 460
a don Antonio de Acuña
a Roma, cuando os mandaba
prenderle el Rey, que quería
saber por aquellas cartas,
lo que al Pontífice escribe; 465
porque sospecha, que el Papa
le da priesa al Archiduque,
para que a España se parta.
Dicen, que vos no salís
de Nápoles, porque aguarda 470
vuestra suspensa fortuna
el fin de aquestas mudanzas.
Voto a los diablos.
CAPITÁN
Paredes,

con paciencia.
GARCÍA
Cuando hablan

en vuestra reputación; 475
¿paciencia?
CAPITÁN
¿No es cosa clara,

que la habemos menester?
GARCÍA
Clara o obscura; yo andaba
buscando alguna ocasión,
para cruzalle la cara 480
(perdone vuestra Excelencia)
a la envidia cortesana.
Cortarame cien cabezas
el Rey, y supiera España,
que es Paredes vuestra hechura, 485
y vos la mejor espada
que ha servido a rey, por vida.
CAPITÁN
Tener la vuestra envainada
tantos tiempos en la Corte,
toda esa cólera causa. 490
GARCÍA
Confieso que es para mí
el andar entre hopalandas
cansada cosa, señor,
y que en sangrarme a pausas.
Unos rizados mozuelos, 495
que apenas cuando los hablan,
sabe un hombre, si son ellos,
o si habla con sus hermanas.
Andaban allí brïosos,
por cierto de buena traza; 500
para hacer un escuadrón,
calzas, cueras, guantes de ámbar.
Discurrían en la guerra;
y a la fe, que si se tarda
el rey Fernando en salir, 505
y se han de tomar las armas,

-fol. 52v-
que no hay para que Felipe
traiga gente de Alemania
contra su enojado suegro.
Estos también murmuraban 510
de que no queréis venir;
yo un día saqué una daga,
y atravesando un bufete,
adonde jugando estaban,
dije: el Duque, mi señor, 515
sirve a Fernando en Italia,
de guardarle el Reino en paz,
mientras estas cosas andan,
que no por otro interés,
y quien lo piensa, o se engaña, 520
o miente. Si está engañado,
mire, que si viene a España,
Nápoles se ha de perder;
si miente, tome esa diga,
y sígame. No salieron 525
las señoras de la sala;
digo, aquellos gentilhombres.
CAPITÁN
En verdad, que yo enviaba
buen Embajador en vos.
¿No hay cartas?
GARCÍA
No traigo cartas,
530
porque todas son lisonjas
y mentiras disfrazadas.
Y basta, que os diga yo
lo que he visto, y lo que pasa
que no he mentido en mi vida, 535
ni he faltado a mi palabra,
ni dicho, que Dios os guarde,
deseando que se caiga
este muro sobre vos,
como los que firman cartas. 540
Y he reparado, señor,
que todas son firmas falsas;
que si escriben una cosa,
y otra tienen en el alma;
sino cumplen lo que dicen, 545
y en cuanto dicen engañan,
no son firmas verdaderas.

 

(Salen el PAJE, ESPINELO y ALBERICO.)

 
PAJE
Entrad, que el Virrey aguarda.
ESPINELO
¿Qué manda vuestra Excelencia?
CAPITÁN
Espinelo, yo he sabido 550
que engañado o pervertido
osáis hablar en mi ausencia.
Sin esto, aunque maravilla
el ver malicia tan clara,
de Juan López de Vergara 555
mi Secretario en Castilla,
he sabido que escribís
al Rey lo que se os antoja,
con que se altera y se enoja.
Pues claramente decís 560
que yo le quiero entregar
esta ciudad a su yerno;
por donde nuevo gobierno
quiere Fernando enviar;
y aun me dicen, que es su hijo 565
don Alonso de Aragón.
No habéis tenido razón.
ESPINELO
Eso que Vergara os dijo,
si él en Italia estuviera,
hiciera yo desdecir. 570
CAPITÁN
No me había de escribir
cosa que verdad no fuera.
Aqueste Reino gané
con mi sangre y con mi espada,
y de la lealtad jurada 575
nunca a Fernando falté.
Es mi Rey y mi señor,
y si él a llamarme envía;
no será la culpa mía
que será de algún traidor. 580
Id con Dios sin replicar,

-fol. 53r-
y enmendaos en escribir,
que no es seguro mentir
y siempre lo fue callar.
ESPINELO
Ya dije a vuestra Excelencia, 585
que a estar aquí el Secretario.
GARCÍA
No es el hablar necesario,
sino...
CAPITÁN
Paredes, paciencia.

GARCÍA
Salid fuera, que...
CAPITÁN
García.

ESPINELO
Yo os daré satisfación, 590
señor, en otra ocasión.

 

(Vanse los dos.)

 
GARCÍA
¡Oh qué paciencia tan fría!
Si vuestra Excelencia trata
a estos pícaros así;
¿de qué se espanta?, ¿esto oí? 595
pesia; esta flema me mata.
Déjeme vuestra Excelencia,
que no quiero más de ver
si aqueste sabe correr.
CAPITÁN
Paciencia.
GARCÍA
¡Oh, tanta paciencia!
600
Pues déjeme ver siquiera,
pues no le quiere matar,
si aqueste sabe bajar
al patio sin escalera,
que no le haré mal por Dios. 605
CAPITÁN
Eso no quiero creer.
GARCÍA
¿Cómo no se han de atrever,
si sois desa suerte vos?

 

(Sale DON JUAN.)

 
DON JUAN
¿Qué ha hecho vuestra Excelencia
a Espinelo, que ha salido 610
de aquí enojado y corrido?
CAPITÁN
Sobrino, una diligencia
para templalle la pluma,
porque dice mal de mí.
DON JUAN
Que le habéis querido aquí 615
matar va diciendo en suma.
CAPITÁN
¿Matar?
GARCÍA
¿No fuera mejor

que se quejara de veras?
CAPITÁN
Dejadle hablar.
GARCÍA
¿Que esto quieras?


 

(Vase el GRAN CAPITÁN.)

 
DON JUAN
Fuese.
GARCÍA
¿Cómo va de amor?
620
DON JUAN
Después que os fuisteis, García
muy favorecido estoy.
GARCÍA
Si lo estáis cuando me voy;
venir fue ignorancia mía.
En fin, ¿ya os hace favor 625
Pompeya?
DON JUAN
Arrojadamente.

GARCÍA
Bien haya quien ama y siente.
DON JUAN
Luego, ¿vos tenéis amor?
GARCÍA
Si tuviera, que en efeto
no soy de piedra don Juan, 630
pero esto de otro galán,
que pique en lindo y discreto,
es cosa, que a cortos plazos,
si alguna vez me tocara,
a la mujer desollara, 635
y al hombre hiciera pedazos.
Lo que necesario es,
¿no se compra?
DON JUAN
Así es verdad.

GARCÍA
Pues quitar de voluntad,
y poner en interés. 640
Por el nombre me querían
ver en Castilla las damas.
Yo no andaba por las ramas
con algunas que me vían,
mas daba lindo dinero. 645
Y un día una bellacona

-fol. 53v-
me dijo muy socarrona:
¡oh valiente Caballero!,
con razón entre Romanos
es tu fama encarecida; 650
porque no he visto en mi vida
hombre de mejores manos.
DON JUAN
¿Qué la disteis?
GARCÍA
Cien doblones,

que esto doy, y no desvelos;
pero si me diera celos, 655
la diera cien mojicones.

 

(Sale JULIO, criado de FABRICIO con un papel.)

 
JULIO
Una palabra querría
al señor don Juan.
DON JUAN
Hablad.

JULIO
Aqueste papel tomad,
que quien le firma os le envía. 660

 (Dásele y vase.) 

DON JUAN
Id con Dios.

 (Aparte. 

Milagro fuera,

no hacer ese caballero
su obligación; leerle quiero.)

 (Lee.) 

Don Juan, Fabricio os espera
de esotra parte del río 665
con un amigo no más.
GARCÍA
¿Qué es eso?
DON JUAN
Nada.
GARCÍA
¿A qué vas?

DON JUAN
Dios os guarde.
GARCÍA
¿Es desafío?

DON JUAN
Es de una dama el papel.
GARCÍA
No lo dice tu color. 670
DON JUAN
Son efetos de mi amor,
que está desdeñosa en él.
GARCÍA
Si es cosa de pesadumbre,
a estas paredes podéis
arrimaros y veréis 675
saltar de las piedras lumbre.
DON JUAN
Ya digo, que es de una dama.
GARCÍA

 (Aparte.) 

Lo que me niega don Juan
le diré al gran Capitán,
que importa a su honor y fama. 680
Que estos bellacos se atreven
a su sangre, viendo ya
que el Rey enojado está,
y lo que tienen le deben.

 (Vase.) 

DON JUAN
Que lleve me dice aquí 685
conmigo otro Caballero;
pero llevarle no quiero,
que será bajeza en mí.
Que para dos, con razón
basta un Córdoba. Mas creo 690
que estos vendrán con deseo
de hacer alguna traición.
De mi locura me espanto,
pensarlo será mejor:
mas las cosas del honor 695
no quieren pensarse tanto.

 (Vase.) 


 

(Salen POMPEYA y JULIA.)

 
POMPEYA
Dé la vuelta el coche luego.
JULIA
Perdida vas.
POMPEYA
Voy sin mí.

JULIA
Este es el río, y aquí
mal templarás tanto fuego. 700
POMPEYA
No le llevo yo de amor
(que en eso, Julia, te engañas)
mas de las cosas estrañas
que suceden por mi honor.
¿Será bien que en la ciudad 705
digan que la causa fui?
JULIA
Quién ha de pensar de ti,
que le tienes voluntad.
POMPEYA
¿Yo a Fabricio?
JULIA
A don Juan digo.

  -fol. 54r-  
POMPEYA
Deja esos celos.
JULIA
No puedo,
710
que tengo a los tuyos miedo,
y al amor por enemigo.
POMPEYA
Querríame entretener,
y ninguna cosa veo
que satisfaga al deseo. 715

 

(Salen DON JUAN y MORATA, lacayo.)

 
DON JUAN
Si después de anochecer
no vuelvo a casa, Morata,
dirás que a Loreto fui
a una promesa.
MORATA
¿De mí

te guardas?
DON JUAN
Si fuera ingrata
720
mi condición a tu amor,
en lo que a la tuya toca;
no fuera la causa poca
de tu queja y mi rigor.
Este es caso, que no cabe 725
en tu calidad.
MORATA
¿Por qué,

si siempre Morata fue
de tus pensamientos llave?,
¿no vine de España aquí?,
¿no te serví con lealtad?, 730
¿he faltado a la verdad
de hidalgo?, ¿qué has visto en mí?
DON JUAN
Lleva el caballo, Morata,
y no me preguntes más,
que ya me enojas.
MORATA
Tú harás
735
alguna cascabelada.
Pero Pompeya está allí,
que del coche se apeó;
confieso que me engañó
el haberte visto así. 740
Llevo el caballo, y diré
lo que me mandas, señor,
que solo estarás mejor.

 (Vase.) 

POMPEYA
Ah, ¿señor don Juan?
DON JUAN
Querría

no responder, si pudiese, 745
¿que a tal ocasión viniese?,
¿hay mayor desdicha mía?

 

(Salen el GRAN CAPITÁN y GARCÍA DE PAREDES.)

 
GARCÍA
Yo os he dicho la verdad.
CAPITÁN
¿Y es sin duda desafío?
GARCÍA
El color y el poco brío 750
me han dicho esta necedad;
que basta ser sangre vuestra.
CAPITÁN
¿Temor, don Juan?, ¿cuándo fuese
el contrario, que tuviese,
Paredes, la envidia nuestra, 755
que no puede ser mayor?
GARCÍA
Digo que me ha parecido,
por verle descolorido,
y algo encogido, señor,
que por dicha yo me engaño. 760
CAPITÁN
En fin, ¿al río salió?
GARCÍA
Y me dijo, quien le vio,
que iba solo.
CAPITÁN
¡Caso estraño!

DON JUAN
¿Hay desdicha semejante?
¿que cuando con tal valor 765
voy a procurar mi honor,
se pone el mundo delante?
¿Qué se pudiera juntar,
que más infame mi fama?
De aquesta parte la dama 770
por quien sale a pelear;
y desta, el Virrey mi tío.
¿Qué dirá un noble afrentado;
sino que los he juntado
a impedir el desafío? 775
Entre tanta confusión,

-fol. 54v-
¿qué haré? Mas ya he visto un barco,
yo le desato y me embarco.
POMPEYA
¿Señor don Juan, no es razón,
que nos habléis?
DON JUAN
¿Quién me llama?
780
CAPITÁN
Ah sobrino, ¿dónde vais?
DON JUAN
¿Quién es?
CAPITÁN
¿Eso preguntáis?

Un deudo vuestro.
POMPEYA
Una dama.

DON JUAN
Señora.
CAPITÁN
Escuchadme a mí.

DON JUAN
Señor.
CAPITÁN
Perdonad, señora,
785
que tengo que hablar agora
con don Juan secreto aquí.
Tomad el coche, y volveos
a la ciudad.
POMPEYA
La obediencia

debida a vuestra Excelencia, 790
templa mis justos deseos.
Y porque lo que quería
a don Juan, lo hará mejor
ese divino valor.
CAPITÁN
Señora, esta causa es mía, 795
con lo poco que la entiendo:
id en buen hora.

 

(Vanse las dos.)

 
DON JUAN
Imagino,

que estoy sin honra.
CAPITÁN
Sobrino.

DON JUAN
Señor.
CAPITÁN
Oíd. No me ofendo,

de que sirváis una dama, 800
ni de que en tal ocasión
se ofrezca alguna cuestión,
desto que celos se llama;
que claro está que ha de haber
celos, a donde hay amor. 805
Y aunque por vuestro valor
no seré yo menester;
estoy corrido, que siendo
sangre tan vuestra, encubráis
vuestros sucesos, pues vais 810
donde me han dicho.
DON JUAN
Yo entiendo,

señor, que os han engañado.
CAPITÁN
Dadme luego aquel papel.
DON JUAN
¿Qué papel?
CAPITÁN
Yo veré en él,

a lo que estáis obligado. 815
DON JUAN
Yo, señor.
CAPITÁN
Acabad ya.

DON JUAN
De que os engañen me pesa.
CAPITÁN
Por vida de la Duquesa,
que me obliguéis.
DON JUAN
Aquí está.

 (Dásele.) 

CAPITÁN
Pues dejádmele leer. 820

 (Lee para sí.) 

DON JUAN
Paredes, ¿qué es esto?
GARCÍA
¿Yo?

Vuestro tío me mandó,
a quien debo obedecer,
que le acompañase aquí.
DON JUAN
¿Quién se lo ha dicho?
GARCÍA
¿En Palacio
825
buscáis eso? ¡Lindo espacio!
DON JUAN
Honra y opinión perdí.
CAPITÁN
Don Juan.
DON JUAN
Señor.
CAPITÁN
Aquí dice.

Fabricio Urfino, que salga
otro con vos.
DON JUAN
Es verdad.
830
CAPITÁN
¿Cómo vais solo?
DON JUAN
Pensaba

que bastaba ser quien soy.
CAPITÁN
Para traidores no basta.
Yo tengo de ser sobrino,
quien vaya con vos.
DON JUAN
No vaya
835

-fol. 55r-
vuestra Excelencia, señor,
que me quitará la fama,
pues dirán que vos vencisteis:
vaya Paredes.
CAPITÁN
¿La espada

de Paredes no queréis 840
que os quite el nombre en Italia?
DON JUAN
Señor.
CAPITÁN
Paso, no lo entienda:

id y acercad una barca,
con que pasemos los dos.
DON JUAN
Vuestra Excelencia lo manda: 845
mas yo voy con poco gusto.

 (Vase.) 

CAPITÁN

 (Aparte. 

Este sin duda pensaba
hacer que aquestas mujeres
su desafío estorbaran.
Perdido está, vive el cielo: 850
¿quién pensara que faltara
mi sangre en él? Pues remedio
no falte, donde ella falta.)
Paredes.
GARCÍA
Señor, ¿qué es esto?,

¿dónde va don Juan?, ¿qué tratas?, 855
¿qué imaginas?
CAPITÁN
Un barreno

he menester.
GARCÍA
¿Y dejabas

ir a don Juan, que le tiene
desde las sienes al alma?
¿Adónde quieres agora 860
que vaya por él?
CAPITÁN
Aguarda,

allí una barca fabrican
y están clavando las tablas,
no pueden estar sin él.
GARCÍA
Ay dellos tanta abundancia 865
en Músicos, en Poetas,
en Caballeros y Damas,
que lo dudo sin razón.
CAPITÁN
¿Y en valïentes no?
GARCÍA
Si hablas

de valientes, no sé yo, 870
si de barreno te escapas.
CAPITÁN
¿A mí Paredes?
GARCÍA
Perdona,

que aunque en ejércitos mandas,
también te precias de noche
de darte diez cuchilladas. 875
CAPITÁN

 (Aparte.) 

Bien lo dijeras, si agora
supieras lo que me aguarda:
voy a matar un sobrino,
voy a dar vida a mi fama.

 

(Vanse.)

 

 

(Salen FABRICIO y ESPINELO.)

 
ESPINELO
Ya el barco se volvió.
FABRICIO
Ventura ha sido
880
no habernos visto nadie.
ESPINELO
Agora quiero,

mientras viene el traidor que os ha ofendido,
saber la causa, y estimar primero
que me hayáis entre tantos elegido.
FABRICIO
Teneros por valiente Caballero, 885
y por amigo, me obligó: escuchadme.
ESPINELO
La verdad brevemente declaradme,
que aunque vos le tenéis por enemigo;
por sangre del Virrey, también le tengo
por enemigo yo.
FABRICIO
Vos sois mi amigo,
890
y con vuestro valor seguro vengo.

-fol. 55v-
No era Pompeya tan crüel conmigo,
(que de todo os advierto y os prevengo)
antes que el Español la visitase.
ESPINELO
¡Mala elección!, ¡mal gusto! ¿qué os dejase? 895
FABRICIO
Respondía tal vez a un papel mío,
y con risa en los ojos me miraba,
con que amor aumentó mi desvarío,
que la correspondencia me animaba.
Tal vez la margen deste mismo río, 900
a quien su pie de flores esmaltaba,
me vio dichoso merecer su mano,
dejando el coche de su Sol tirano.
Aquí la vi y aquí la dije amores,
aquí los escuchó y aquí a escucharme 905
se pararon las aguas, y las flores
se alzaron de las hojas a envidiarme.
Mas todos estos lances y favores
desmayaron sus fuerzas, y a dejarme
se dispuso, ofendida la esperanza, 910
de ver en mi firmeza su mudanza.
Vive Dios, que me muero de pensallo.
No sé quien trujo este Español a vella,
que por mi honor las asperezas callo,
que usó conmigo en pago de querella. 915
A pie le alaba, admírale a caballo;
y siendo Italia, como veis, tan bella,
España ha de ser fértil en su boca,
de cuanto en guerra y paz a un reino toca.
Hoy sobre aquesto el Español villano 920
se alargó de manera en su porfía;
que me obligó a decir; que el Reino Hispano
como bárbaro en todo procedía:
Pompeya me detuvo.
ESPINELO
¿Qué?
FABRICIO
La mano.

ESPINELO
Pues ¿qué fue la respuesta?
FABRICIO
Que mentía.
925
Veis aquí la ocasión del desafío.

 

(Sale el GRAN CAPITÁN mojado.)

 
CAPITÁN
Gracias al cielo que salí del río.
ESPINELO
Un hombre a nosotros viene.
FABRICIO
No es don Juan.
ESPINELO
¡Estraña cosa!,


-fol. 56r-
¿no es este el Virrey?
FABRICIO
Él es;
930
la infamia queda notoria
de su sobrino.
ESPINELO
El cobarde

se lo ha dicho.
FABRICIO
¿Qué más honra

para mí?
ESPINELO
Dices verdad,

sin peligro le despojas. 935
CAPITÁN
Ah Caballeros.
FABRICIO
¿Quién es?

CAPITÁN
Suplícoles que me oigan.
Este papel se ha enviado
a mi sobrino, en que nombran
dos a dos el desafío 940
que están esperando agora.
Él me escogió como amigo
que más de cerca le toca.
Embarcámonos los dos,
pero alteradas las ondas, 945
y no sabiendo del remo,
por vivir los dos a solas,
zozobró el barco. Yo al agua
me arrojé, pasela toda;
mas no sabiendo nadar, 950
en ella don Juan se ahoga.
Yo vengo por él, yo basto,
el mismo soy, que no importa
que sean dos, metan mano:
¿qué aguardan? ¿qué se alborotan? 955
ESPINELO
Señor, vos sois el Virrey,
representáis la persona
de Fernando en este Reino.
Fuera desto, las vitorias
y hazañas vuestras, no piden 960
espadas menos famosas,
que de César o Alejandro.
FABRICIO
Gran Capitán, a quien honra
con aqueste nombre el mundo,
si a las armas españolas 965
habéis dado más banderas
que hay en estos sauces hojas;
¿quién ha de medir su espada
con la vuestra vitoriosa?
Veis aquí las dos rendidas. 970
CAPITÁN
Fabricio, si me reporta
alguna cosa, es venir
a vuestro lado persona,
que con su lengua y su pluma
me destruye y me deshonra 975
con mi Rey; pues me levanta
mil testimonios que adorna
con prevenciones fingidas
y palabras mentirosas.
No me conviene matarle; 980
que dirán (si fuese agora)
que es de miedo, de que escribe
al rey Fernando mis cosas.
Viva y escriba, que creo
que aunque traiciones componga, 985
ha de tener mi verdad
más fuerza que las lisonjas.
Que aquel honor que mi espada
ganó con tantas vitorias;
no es posible que la infame 990
una lengua fabulosa.
Esto le ha de dar la vida,
esto que le mate estorba,
que el haber malos es causa,
que los buenos se conozcan. 995
Si Dios por un solo bueno
vida a mil malos otorga;
viva un malo por mil buenos,
que en este Reino me adoran.
Entre la Luna y el Sol, 1000
¿qué importa que se interponga
la tierra? Pues ese eclipse
no dura apenas un hora.
Fernando es solo, yo soy Luna,
tú la tierra. Pues, ¿qué importa 1005
que pongas sombra en el Sol,

-fol. 56v-
si has de quedarte por sombra?

 (Vase.) 

FABRICIO
¡Estraño suceso!
ESPINELO
Y tal,

que apenas aliento cobra
mi confusión y vergüenza. 1010
FABRICIO
Bien será que te dispongas
a no escribir desde hoy
sino las verdades solas.
ESPINELO
Si ya comencé a mentir;
y personas poderosas 1015
me ayudan, que en esta envidia
con mi pluma se conforman;
¿cómo he de volver atrás?

 

(Sale DON JUAN mojado con la espada y la daga.)

 
DON JUAN
Mi fortuna rigurosa
venció mi honor, que del cuello 1020
del alma cuelga por joya.
Llegué a la orilla nadando,
aunque con fuerzas tan pocas,
que no sé si he de poder
ganar opinión honrosa. 1025
Pero piérdase la vida,
como quien al mar arroja
lo menos, que es el hacienda.
Ya en la margen arenosa
me esperan mis dos contrarios: 1030
¡ah Caballeros!
ESPINELO
¿Qué sombra

es esta?
DON JUAN
Yo soy don Juan,

don Juan soy, ¿de qué se asombran?
Con un amigo venía,
zozobró el barco en las olas, 1035
él es muerto, yo soy vivo,
mano a las espadas pongan.
FABRICIO
Don Juan, el gran Capitán
vino aquí, su valerosa
persona, como Virrey, 1040
mi honor a su cargo toma.
Yo estoy satisfecho ya.
DON JUAN
Yo no, Fabricio, que torna
mal el que es desafiado,
sin la sangre o la vitoria. 1045
ESPINELO
Mira, que estoy aquí yo,
y no he de dejar (perdona)
que riña solo Fabricio.
DON JUAN
¿Tú eres? ¡Suerte dichosa!
A Fabricio mataré 1050
por el papel, que fue loca
presunción; y a ti villano,
porque al Rey mintiendo informas.

 

(Meten mano.)

 
ESPINELO
¿Palabras?
DON JUAN
Mueran infames.

FABRICIO
Tú lo eres.
ESPINELO
No respondas.
1055
DON JUAN
Agora veréis, traidores,
si son las palabras obras.

 

(Mételos a cuchilladas.)

 

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