Una rosa amarilla, nada mas
Y nada menos. Apoyada en una mesa de cafeteria, o en una mesa de estudio. Sola, sin palabras, sin cartas, sin poesias escritas en servilletas. Una rosa amarilla. Y una mujer la ve, sabiendo que es suya, para ella. Y sonrie mientras se sienta, la recoge y la deja en un lado, mientras se concentra en un cafe, unos apuntes y en miradas de reojo a esa rosa amarilla, nada mas. Mientras aprende y repasa no piensa en nadie, no piensa en el, no piensa en esa rosa que a escondidas de si misma esta oliendo, mientras lo llama tonto, ignorando si la habra comprado a un precio abusivo o la habra robado en algun jardin. Cafe frio, caramelos en una bolsa, apuntes abiertos, rosa amarilla. Ah, las estudiantes.
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