Al mejor amigo que pueda tener un hombre.
Tus ojos son de mujer:
marrones, claros, hermosos.
Tu pelo, terso y suave,
me recuerda su melena.
Tu agradable compañia
como la suya parece.
Tu callada devocion
sus falsas palabrea iguala.
Mas tu eres fiel, amigo;
contigo puedo contar.
Cuando todos me abandonan
a mi lado te veo andar.
Tras la mascara de sus palabras
halle oculta la traicion;
y fue en su silente respeto
donde encontre comprension.
Esta poesia fue inspirado por un perro. Mejor dicho, por una perra, en un porche, en medio de un fin de semana de repaso salvaje de un examen de geografia. ¿Lo recuerdas, Teresa? Quizas no, quizas si. Donde esteis ahora, un abrazo a ti y a tus chicas, musa inspiradora con sentido del humor negro como el mio.
marrones, claros, hermosos.
Tu pelo, terso y suave,
me recuerda su melena.
Tu agradable compañia
como la suya parece.
Tu callada devocion
sus falsas palabrea iguala.
Mas tu eres fiel, amigo;
contigo puedo contar.
Cuando todos me abandonan
a mi lado te veo andar.
Tras la mascara de sus palabras
halle oculta la traicion;
y fue en su silente respeto
donde encontre comprension.
Esta poesia fue inspirado por un perro. Mejor dicho, por una perra, en un porche, en medio de un fin de semana de repaso salvaje de un examen de geografia. ¿Lo recuerdas, Teresa? Quizas no, quizas si. Donde esteis ahora, un abrazo a ti y a tus chicas, musa inspiradora con sentido del humor negro como el mio.
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