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La Torre de Hercules

Salvando libros de las purgas.

Leo esto en La Opinion:

" La biblioteca Sagrada Familia tiene una exposición con las obras que no se prestaron en 2004. Las que no aprovechen esta segunda oportunidad desaparecerán de las estanterías.

Rubén García .A Coruña

Ellos dijeron que había querido suicidarme cuando John Pass no llevaba ni un día en la tienda. John Pass es un escritor que me encanta y ellos son mis padres, mi hermana Yasmín y algunas personas más". No es el principio de El Quijote, pero tampoco de un libro conocido. Por lo menos en la biblioteca Sagrada Familia. Cateado, de Bart Moeyaert, fue publicado en 2004. Durante ese año, a nadie le llamó la atención, nadie cogió esta obra de literatura juvenil sobre traumas escolares de las estanterías de esta biblioteca.

Como Cateado no es la excepción, los responsables de la instalación han decidido poner en marcha una curiosa iniciativa: Peligro de extinción. Dos columnas de la biblioteca son el soporte de unas repisas con cerca de cuarenta ejemplares. Algunos autores incluso repiten, como María Gripe, con El abrigo verde y Os escaravellos voan á tardiña.

Es su última oportunidad: "Si este año no se prestan, se expurgarán del fondo", comenta la responsable de la exposición, Elena Corzo. En el caso de que no pasen el examen de la Inquisición tienen varios canales de salida de la biblioteca: si el libro está deteriorado, se envía a la Biblioteca Central para su destrucción y si es reutilizable, o bien se envía a una ONG o a la nueva biblioteca que habrá en Los Rosales ("su fondo bibliográfico, por lo menos, abultará más", explica Corzo). Pero el sentimentalismo, quizás, puede que salve a algún ejemplar, como los que han sido premiados en un certamen literario: "Somos reacios y no los soltamos, a lo mejor alguno sigue con nosotros", confiesa.

Los dos stands se encuentran en un lugar estratégico de la biblioteca: justo en el centro, entre películas y DVD y los libros de literatura infantil. Y visibles: además de llamativos carteles -Peligro de extinción. ¡Atención, pueden desaparecer! ¡Todavía puedes salvarlos! ¡Llévatelos en préstamo!-, pegatinas en cada uno de los libros con la señal de tráfico que advierte de otros peligros: un triángulo con un signo de admiración en el centro y borde de color rojo.

La idea surgió como una forma de desempolvar del anonimato a los libros: "Buscamos en el ordenador, a través del código de barras, en el histórico de la obra, y comprobamos que alguno no se había prestado en todo el año", comenta una de las bibliotecarias, quien no achaca el escaso éxito de lectura de estas obras a los autores -"Hay algunos conocidos como Salgari"-, ni al género

-"Son libros de todo tipo"-. Es una cuestión de ubicación: "Suelen ser libros que están en los extremos de la biblioteca, no tan accesibles, porque la gente lee, digan lo que digan las estadísticas", comenta la empleada. Pero Elena Corzo no es tan optimista: "Los mayores de 14 años no leen libros juveniles y si lo hacen son otro tipo de géneros, como el cómic". Y es que en esa franja de edad prefieren el mundo audiovisual: "Cambian una novela, ya no hablamos de los clásicos, sino de temáticas de tipo real o sobre el sexo, por el móvil o Internet".

En literatura infantil, los preferidos siguen siendo los de carácter didáctico. En juvenil, el abanico se abre: últimas novedades, novela...

viajes. La idea funciona, alguna de las estanterías está medio vacía, pero aún sigue habiendo libros esperando a que alguien los rescate. Una joven lleva, después de un recorrido por la biblioteca, tres ejemplares, pero al final deja sobre su repisa el que había escogido de la sección Peligro de extinción. Hoy tampoco será leído por nadie. Otras cinco personas están sentadas junto a los cómodos sofás: una mujer ojea una revista; dos hombres, clásicos de la literatura; y un par de jóvenes están a vueltas con los cómics.

Otras zonas de la biblioteca, como las mesas habilitadas para leer la prensa, las televisiones con videoconsola incorporada para que los niños se entretengan o aquellas que están para poder ver una película están en overbooking, no coge ni un alfiler.

Pero Peligro de extinción no es la única exposición que se puede visitar estos días en la biblioteca de Sagrada Familia. Una estantería llena de revistas de viajes nos da la bienvenida justo al entrar: Egipto, Irlanda, Costa Rica, Tailandia o Túnez son varias de sus propuestas. Estará allí hasta que acabe el verano. Igual que los libros menos leídos. A partir de octubre, y hasta finales de año, tocará el turno a la literatura juvenil gallega. Para entonces, en la biblioteca esperan que de los actualmente expuestos "se lean casi todos", que logren salvarse de la quema.
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El problema no es nuevo y se debe a una doble forma de entender la biblioteca. La primera opinion es que una bioblioteca es un almacen de cultura ( que no un almacen de libros ) donde guardan esos documentos que algun dia alguien querra consultar. La otra teoria es que una biblioteca es simplemente un punto de acceso a la cultura. Por alguna extraña razon ( posiblemente con algo que ver con los presupuestos y el espacio disponible ) ambas teorias son poco usadas al mismo tiempo.

Evidentemente, si un libro no se consulta ( o no se lee en sala, que no es lo mismo ) en un año y lo sacamos, no estara ahi para que se consulte al año siguiente. A efectos bibliotecarios ha desaparecido para siempre. ¿Resultado? Solo libros muy publicitarios o considerados "clasicos" en los colegios ( y por lo tanto, es obligado hacer trabajos sobre ellos ). Un fondo empobrecido y sin antiguedad. No se, pero no es esa la idea que yo tengo de una biblioteca.

¿Debemos permitir que nuestra cultura, la de nuestra infancia o juventud, viva solamente en los rastros y tiendas de segunda mano? ¿Bajandonosla de internet porque no existe en formato fisico? Yo digo que no. Unamonos a la resistencia. Cojamoslos un dia y devolvamoslo al siguiente. O cojamoslos y dejemoslos en los cajones de libros leidos, aunque no los hayamos abierto, solamente para que consten como consultados. Algun dia, en el futuro, alguien nos lo agradecera.

P.D. ¿Todos los libros regalados por instituciones, o de temas muy especificos, o versiones en gallego que se ven Mejor Que Nuevos ( lo que no parece implicar un uso excesivo ) estan incluidos en esa normativa de eliminacion?"

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