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La Torre de Hercules

Cierra otro bar \

Leo esto en La Voz de Galicia. No es que sea un cliente asiduo ( hace años que no salgo por esa zona ), pero aun asi, pienso que los bares clasicos se nos mueren. Y no es para dejar lugar a otros, sino que desaparecen, siendo sustituidos por cadenas o lugares,¿como lo diria? que parecen meras maquinas de hacer dinero:

" (Firma: Juan Gómez-Aller Rubén Ventureira | Lugar: a coruña)

El día que cumpla 76 años, Casa Enrique hará mutis por el foro. «El bar se jubilará conmigo en julio», decide Santiago Naya Salorio, que abre las puertas del número uno de la calle Compostela desde hace 35 años, 20 de ellos al frente de uno de los locales más legendarios de A Coruña, un pequeño mito. Casa Enrique se va como vino en agosto de 1930, sin máquina de café ni cocina, con sus botijos de cerveza y sus montados de anchoa y queso.

¿Por qué el cierre? ¿Por qué ahora? «Nuestro contrato de alquiler, que es de los antiguos, vence dentro de cinco años. Así que decidimos adelantar un poco esa jubilación obligada a este mismo año», dice Santiago Naya. Según fuentes cercanas a la operación, la sucesora del Enrique será la joyería Tous, que ya ocupa el local anexo y que ampliaría así sus instalaciones.

Generaciones

El establecimiento fue fundado por Enrique Pérez Erol en agosto de 1930, y bajo su mano se convirtió en la celebridad que es hoy. El pintor Urbano Lugrís y el escritor Álvaro Cunqueiro frecuentaron sus sillas, sus mesas de mármol y sus barriles, una tradición continuada por otros muchos intelectuales, amén de varias generaciones de coruñeses que recibieron allí su bautizo nocturno.

En 1970 tomó las riendas el ahijado de Enrique, Eduardo Seoane, que llevó el establecimiento con Santiago Naya como mano derecha. Hasta que, en 1986, se puso al frente de la barra. «Aquí ha tenido cabida todo el mundo, desde el último limpiabotas hasta Don Manuel», defiende Santi, como le llama la clientela, a la que el devuelve el trato llamándoles a casi todos por el nombre.

Pequeña historia

Junto a Pili, su mujer, lleva más de cuatro mil noches iluminando la calle Compostela. El bar lleva algo más de tiempo, unas veintitres mil noches, que forjaron la pequeña historia de esa calle y de media A Coruña. "

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