Aquella escalera iluminada por el sol...
La escalera del edificio universitario tenía alma de escalinata. Diseñada para ser ancha, amplia e iluminada por el sol que atravesaba los ventanales.
Era un lugar perfecto para esperar a que vinieras a abrirnos la puerta del Club.
Allí hablamos, leímos, pensamos y diseñamos futuros, revivimos películas, planeamos ciclos, creamos revistas...
Allí vivimos.
Te has ido, pero así y allí te recordaremos.
0 comentarios