Musica del pasado
Recuerdo aquella tarde. Estabas tan pesada repitiendo el principio, hablandolo, sin cantarlo; que acabe escuchando la cancion entera.
La riada de gente es tan densa que cuesta trabajo caminar al revés
hay puestos en el suelo con ponchos, muñecas, todos hechos a mano
y también hay jerseys
con el brutal miedo que da ser extranjero
los dos peruanos dicen cuánto es
a un tipo necio que riéndose de ellos intenta sacarles un precio mejor
y cuándo lo consigue se siente vencedor
triunfó en su batalla su batalla su guerra, en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Hay negros que venden trastos inservibles
como un aspirador de esos irrompibles
relojes de cuarzos de esos digitales loros de mil vatios
pendientes, collares
pulseras de marfil, hinchadores de ruedas,
altavoces pequeños de esos que no suenan
aquí nadie obliga a comprar nada a nadie
tuyo es tu dinero y suyo el transistor
la calle es de todos da igual el lenguaje
y pasa la mañana en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Y hay un matrimonio vestido de domingo
con un par de diablos que ellos llaman hijos
van pisoteando los puestos y al rato uno de los negros les dice cuidado
y llega ese padre con paso de ganso
mirando al extranjero de arriba p'abajo mientras que le grita
tu negro de mierda si tocas a mi hijo te abro la cabeza
y la gente aplaude batalla ganada contra el extranjero
que vino del mar
y cuando el chaval recoge sus telas
piensa que hay más fieras aquí que en la selva
y que de nada sirve volver a intentar
convencer al padre que ambos son igual
en el barco de Oran hace frío y el chaval se siente por dentro fatal
ha perdido de vista la costa y la noche asoma,
a la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Larga vida a Revolver.
La riada de gente es tan densa que cuesta trabajo caminar al revés
hay puestos en el suelo con ponchos, muñecas, todos hechos a mano
y también hay jerseys
con el brutal miedo que da ser extranjero
los dos peruanos dicen cuánto es
a un tipo necio que riéndose de ellos intenta sacarles un precio mejor
y cuándo lo consigue se siente vencedor
triunfó en su batalla su batalla su guerra, en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Hay negros que venden trastos inservibles
como un aspirador de esos irrompibles
relojes de cuarzos de esos digitales loros de mil vatios
pendientes, collares
pulseras de marfil, hinchadores de ruedas,
altavoces pequeños de esos que no suenan
aquí nadie obliga a comprar nada a nadie
tuyo es tu dinero y suyo el transistor
la calle es de todos da igual el lenguaje
y pasa la mañana en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Y hay un matrimonio vestido de domingo
con un par de diablos que ellos llaman hijos
van pisoteando los puestos y al rato uno de los negros les dice cuidado
y llega ese padre con paso de ganso
mirando al extranjero de arriba p'abajo mientras que le grita
tu negro de mierda si tocas a mi hijo te abro la cabeza
y la gente aplaude batalla ganada contra el extranjero
que vino del mar
y cuando el chaval recoge sus telas
piensa que hay más fieras aquí que en la selva
y que de nada sirve volver a intentar
convencer al padre que ambos son igual
en el barco de Oran hace frío y el chaval se siente por dentro fatal
ha perdido de vista la costa y la noche asoma,
a la calle Mayor.
Me da igual, que seamos gitanos que payos da igual, si del norte o del sur
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Me da igual, que seamos negros que blancos no importa tan poco el color,
pues la vida es la vida y los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor.
Larga vida a Revolver.
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