¿Falta de instalaciones en la Cruz Roja? Bah, hay cosas peores
Sin entrar a apoyar a ninguna de las dos partes, me pregunto si esto tendra repercusiones en el tratamiento de urgencias o emergencias:
" Cruz Roja abrió ayer un expediente disciplinario a los tres voluntarios que denunciaron en LA OPINIÓN las deficiencias de la sala de guardias en la que descansan el personal de las ambulancias. La organización no gubernamental suspende los derechos y deberes de los voluntarios que, hasta que se resuelva el expediente, no podrán hacer guardias para cubrir los servicios de la ambulancia de emergencias ni ningún otro servicio de voluntariado.
La sanción se produce al día siguiente de la publicación en este diario de una información en la que los tres voluntarios denunciaban que el cuerpo de guardia era insalubre y que está situada en la salida de humos del garaje de Cruz Roja.
La publicación de la información se produjo días después de que una decena de voluntarios presentase un escrito ante la dirección para reclamar el traslado de la sala de guardias a otra zona del edificio. Los responsables de la organización, que aprecian que en el escrito hay "amenazas veladas", alegaron que no hay sitio en el edificio situado en el Campo de Marte. La presidenta de Cruz Roja en la ciudad de A Coruña, Carmen Colmeiro, que firma la carta remitida a cada uno de los expedientados, les acusa de haber cometido una falta muy grave por utilizar "el medio de comunicación público LA OPI-NIÓN para difundir quejas, reclamaciones, protestas y descalificaciones contra la institución y sus miembros".
Cruz Roja acusa a los voluntarios de infringir tres artículos del Reglamento General Orgánico, y entre los cuales se recoge que los jóvenes cometieron "descalificación, calumnia, injuria, insulto, amenaza, o menosprecio público contra Cruz Roja".
La carta que los tres represaliados recibieron ayer recuerda que, dadas las faltas cometidas por Diego Nogueira, Javier Valiño y Carlos Guillán, los tres pueden ser sancionados con una "expulsión de la institución o pérdida definitiva de la condición de miembro" o "pérdida temporal de la condición de miembro durante un periodo de entre tres y cinco años".
Los voluntarios denunciaban en la noticia publicada ayer que la sala de guardias era demasiado pequeña, que no tenía ventanas ni posibilidad de ventilación y que en el garaje en la que está situada se habían visto ratas hace unos dos meses. Los jóvenes se quejaban de las respuestas que Cruz Roja les daba, dado que consideran que se puede habilitar algún otro espacio en el edificio del Campo de Marte y de que los voluntarios no recibían un trato acorde a la labor que realizaban.
Este diario intentó obtener la versión de la organización antes de publicar la información que provocó las sanciones y ayer reiteró la consulta ante la coordinadora de Cruz Roja, Carmen Colmeiro, quien prefirió guardar silencio ante un "tema interno". "
Porque si muchos servicios los hacen gratis los voluntarios, y estos se enfrentan con los de la Cruz Roja, lo que a mi me preocupa es si eso repercutira en la disponibilidad de esos voluntarios para mi abuela enferma o la vecina que se me ahoga en la playa. A ver si por esas tonterias o unos dimes y diretes, acabamos mal.
" Cruz Roja abrió ayer un expediente disciplinario a los tres voluntarios que denunciaron en LA OPINIÓN las deficiencias de la sala de guardias en la que descansan el personal de las ambulancias. La organización no gubernamental suspende los derechos y deberes de los voluntarios que, hasta que se resuelva el expediente, no podrán hacer guardias para cubrir los servicios de la ambulancia de emergencias ni ningún otro servicio de voluntariado.
La sanción se produce al día siguiente de la publicación en este diario de una información en la que los tres voluntarios denunciaban que el cuerpo de guardia era insalubre y que está situada en la salida de humos del garaje de Cruz Roja.
La publicación de la información se produjo días después de que una decena de voluntarios presentase un escrito ante la dirección para reclamar el traslado de la sala de guardias a otra zona del edificio. Los responsables de la organización, que aprecian que en el escrito hay "amenazas veladas", alegaron que no hay sitio en el edificio situado en el Campo de Marte. La presidenta de Cruz Roja en la ciudad de A Coruña, Carmen Colmeiro, que firma la carta remitida a cada uno de los expedientados, les acusa de haber cometido una falta muy grave por utilizar "el medio de comunicación público LA OPI-NIÓN para difundir quejas, reclamaciones, protestas y descalificaciones contra la institución y sus miembros".
Cruz Roja acusa a los voluntarios de infringir tres artículos del Reglamento General Orgánico, y entre los cuales se recoge que los jóvenes cometieron "descalificación, calumnia, injuria, insulto, amenaza, o menosprecio público contra Cruz Roja".
La carta que los tres represaliados recibieron ayer recuerda que, dadas las faltas cometidas por Diego Nogueira, Javier Valiño y Carlos Guillán, los tres pueden ser sancionados con una "expulsión de la institución o pérdida definitiva de la condición de miembro" o "pérdida temporal de la condición de miembro durante un periodo de entre tres y cinco años".
Los voluntarios denunciaban en la noticia publicada ayer que la sala de guardias era demasiado pequeña, que no tenía ventanas ni posibilidad de ventilación y que en el garaje en la que está situada se habían visto ratas hace unos dos meses. Los jóvenes se quejaban de las respuestas que Cruz Roja les daba, dado que consideran que se puede habilitar algún otro espacio en el edificio del Campo de Marte y de que los voluntarios no recibían un trato acorde a la labor que realizaban.
Este diario intentó obtener la versión de la organización antes de publicar la información que provocó las sanciones y ayer reiteró la consulta ante la coordinadora de Cruz Roja, Carmen Colmeiro, quien prefirió guardar silencio ante un "tema interno". "
Porque si muchos servicios los hacen gratis los voluntarios, y estos se enfrentan con los de la Cruz Roja, lo que a mi me preocupa es si eso repercutira en la disponibilidad de esos voluntarios para mi abuela enferma o la vecina que se me ahoga en la playa. A ver si por esas tonterias o unos dimes y diretes, acabamos mal.
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