¿Esperando para cumplir la ley?
Leo de nuevo esto en un periodico, esta vez en la Opinion:
" El inmueble fue levantado por un promotor inmobiliario en terrenos públicos en los que debería haber una calle. Un residente en la zona ha presentado una propuesta en Urbanismo para tirar abajo la construcción a través de una empresa de su propiedad.
Sonia Vizoso.A Coruña
Un vecino de Riazor se ha ofrecido al Ayuntamiento para tirar abajo una edificación ilegal sobre la que pesa una condena de derribo desde hace ocho años. En ese largo tiempo, la Concejalía de Urbanismo ha sido incapaz de que su orden de demolición sea obedecida, pese a que el local, ubicado justo enfrente del estadio, se levanta sobre terrenos públicos destinados a una calle.
La desesperante espera de los residentes en la zona ha llevado a uno de ellos a presentar en las oficinas municipales una propuesta para que una empresa de su propiedad se encargue de hacer lo que el Concello no ha sido capaz en todos estos años. El empresario se ofrece para ejecutar las obras por 23.000 euros, tres mil euros menos de lo presupuestado por Urbanismo para este proyecto. Los trabajos incluyen el derribo del local ilegal, la restauración de los laterales, la colocación del pavimento, la instalación de farolas y el acceso a la calle de atrás -María Luisa Durán Marquina- a través de una barandilla.
El inmueble fue levantado entre los bloques de viviendas 30 y 36 de la calle Manuel Murguía hace más de quince años. Lo construyó el promotor inmobiliario, Manuel Prado Moure, el mismo que ejecutó los edificios que lo rodean. El constructor llegó incluso a instalar allí sus oficinas, pese a que el suelo es de titularidad pública y, según la ordenación urbanística del lugar, debería estar destinado a una calle.
Según la documentación que fue presentada en el Concello recientemente, Prado Moure no dudó en venderle el bajo comercial a su hija en 1994. Tres años después, el Gobierno local de Francisco Vázquez ordenó que las palas derribaran el edificio de Manuel Murguía, un mandato que nadie ha cumplido.
El último plazo dado por el Ayuntamiento para ejecutar la orden de demolición también se ha agotado. Responsables de la Concejalía de Urbanismo aseguraron en marzo a los residentes en la zona que en uno o dos meses convertirían el bajo ilegal en escombros. Ante la falta de noticias sobre estas obras, los vecinos presentaron hace unos días un escrito en el Concello en el que denuncian que la hija del promotor que levantó el inmueble hace quince años sigue utilizando sus instalaciones. Se incumple, subrayan los residentes, la orden de precinto que pesa sobre el edificio.
La hija del promotor inmobiliario que ejecutó el local sobre lo que debería ser una vía pública se ha declarado propietaria de la construcción. Asunción Prado Pena ha presentado dos escritos en el Ayuntamiento para intentar parar la demolición, amparándose en que ella no fue quien cometió la infracción al levantar el local, sino su padre.
Los documentos llegaron a los servicios municipales de Urbanismo en enero y febrero pasados. En ellos, la hija de Prado Moure asegura que le compró el inmueble a su padre en diciembre de 1994, tres años antes de que el Gobierno local ordenase la demolición, y que tal operación consta incluso en el Registro de la Propiedad.
La dueña del bajo ilegal argu-menta que no tuvo nada que ver en la construcción del recinto en suelo público y que, por tanto, no puede ser considerada autora de tal infracción urbanística. Prado Pena solicita al Ayuntamiento "la prescripción de la infracción". "Las obras se hicieron al parecer hace más de 15 años y el expediente disciplinario se acometió en 1996", arguye la hija de Prado Moure.
La propietaria del local decla-rado ilegal por el Ayuntamiento defiende además que, en virtud de la actual normativa urbanística, la construcción puede ser "regularizada", por lo que solicita que se deje sin efecto la orden de demolición que dictó el Ejecutivo municipal hace ahora ocho años.
La Concejalía de Urbanismo deberá ahora decidir si acepta la propuesta para ejecutar el derribo o si da por buenos los argumentos de la hija del promotor inmobiliario que levantó el local privado en suelo público y renuncia a abrir una nueva calle frente al estadio de Riazor. "
Evidentemente, como buen ciudadano pagador de mis impuestos y fiel creyente en el articulo 14 de la COnstitucion, espero que los retrasos e "incapacidades de Urbanismo" se deban a problemas de burocracia y papeleo, no a un intento sutil de dejar pasar el tiempo para poder apoyarse en eso de la "caducidad" de los delitos y asi quedar bien a la vez que incumplir la ley en beneficio de un particular. De todas maneras, conozco yo a un amigo que con un pico y una pala hace milagros, asi que si es por eso lo llamo al movil y...
" El inmueble fue levantado por un promotor inmobiliario en terrenos públicos en los que debería haber una calle. Un residente en la zona ha presentado una propuesta en Urbanismo para tirar abajo la construcción a través de una empresa de su propiedad.
Sonia Vizoso.A Coruña
Un vecino de Riazor se ha ofrecido al Ayuntamiento para tirar abajo una edificación ilegal sobre la que pesa una condena de derribo desde hace ocho años. En ese largo tiempo, la Concejalía de Urbanismo ha sido incapaz de que su orden de demolición sea obedecida, pese a que el local, ubicado justo enfrente del estadio, se levanta sobre terrenos públicos destinados a una calle.
La desesperante espera de los residentes en la zona ha llevado a uno de ellos a presentar en las oficinas municipales una propuesta para que una empresa de su propiedad se encargue de hacer lo que el Concello no ha sido capaz en todos estos años. El empresario se ofrece para ejecutar las obras por 23.000 euros, tres mil euros menos de lo presupuestado por Urbanismo para este proyecto. Los trabajos incluyen el derribo del local ilegal, la restauración de los laterales, la colocación del pavimento, la instalación de farolas y el acceso a la calle de atrás -María Luisa Durán Marquina- a través de una barandilla.
El inmueble fue levantado entre los bloques de viviendas 30 y 36 de la calle Manuel Murguía hace más de quince años. Lo construyó el promotor inmobiliario, Manuel Prado Moure, el mismo que ejecutó los edificios que lo rodean. El constructor llegó incluso a instalar allí sus oficinas, pese a que el suelo es de titularidad pública y, según la ordenación urbanística del lugar, debería estar destinado a una calle.
Según la documentación que fue presentada en el Concello recientemente, Prado Moure no dudó en venderle el bajo comercial a su hija en 1994. Tres años después, el Gobierno local de Francisco Vázquez ordenó que las palas derribaran el edificio de Manuel Murguía, un mandato que nadie ha cumplido.
El último plazo dado por el Ayuntamiento para ejecutar la orden de demolición también se ha agotado. Responsables de la Concejalía de Urbanismo aseguraron en marzo a los residentes en la zona que en uno o dos meses convertirían el bajo ilegal en escombros. Ante la falta de noticias sobre estas obras, los vecinos presentaron hace unos días un escrito en el Concello en el que denuncian que la hija del promotor que levantó el inmueble hace quince años sigue utilizando sus instalaciones. Se incumple, subrayan los residentes, la orden de precinto que pesa sobre el edificio.
La hija del promotor inmobiliario que ejecutó el local sobre lo que debería ser una vía pública se ha declarado propietaria de la construcción. Asunción Prado Pena ha presentado dos escritos en el Ayuntamiento para intentar parar la demolición, amparándose en que ella no fue quien cometió la infracción al levantar el local, sino su padre.
Los documentos llegaron a los servicios municipales de Urbanismo en enero y febrero pasados. En ellos, la hija de Prado Moure asegura que le compró el inmueble a su padre en diciembre de 1994, tres años antes de que el Gobierno local ordenase la demolición, y que tal operación consta incluso en el Registro de la Propiedad.
La dueña del bajo ilegal argu-menta que no tuvo nada que ver en la construcción del recinto en suelo público y que, por tanto, no puede ser considerada autora de tal infracción urbanística. Prado Pena solicita al Ayuntamiento "la prescripción de la infracción". "Las obras se hicieron al parecer hace más de 15 años y el expediente disciplinario se acometió en 1996", arguye la hija de Prado Moure.
La propietaria del local decla-rado ilegal por el Ayuntamiento defiende además que, en virtud de la actual normativa urbanística, la construcción puede ser "regularizada", por lo que solicita que se deje sin efecto la orden de demolición que dictó el Ejecutivo municipal hace ahora ocho años.
La Concejalía de Urbanismo deberá ahora decidir si acepta la propuesta para ejecutar el derribo o si da por buenos los argumentos de la hija del promotor inmobiliario que levantó el local privado en suelo público y renuncia a abrir una nueva calle frente al estadio de Riazor. "
Evidentemente, como buen ciudadano pagador de mis impuestos y fiel creyente en el articulo 14 de la COnstitucion, espero que los retrasos e "incapacidades de Urbanismo" se deban a problemas de burocracia y papeleo, no a un intento sutil de dejar pasar el tiempo para poder apoyarse en eso de la "caducidad" de los delitos y asi quedar bien a la vez que incumplir la ley en beneficio de un particular. De todas maneras, conozco yo a un amigo que con un pico y una pala hace milagros, asi que si es por eso lo llamo al movil y...
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LEO -
teresa -