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La Torre de Hercules

Corrigiendo la ortografia

Leo esto en La Voz de Galicia:

" El grupo municipal del Bloque Nacionalista Galego presentará una pregunta en el próximo pleno municipal relativa a la corrección de las faltas de ortografía en los rótulos públicos. El objetivo de esta cuestión, sobre la que llevan insistiendo quince meses, es que se rectifiquen aquellos carteles que recuerdan la obligación de recoger las deyecciones de los perros en los que aparece el término defecciones en vez del correcto defecaciones. Además, solicitan también la corrección del texto de la placa del edificio de La Terraza, que desde 1985 asegura que el inmueble fue inagurado, cuando debería decir inaugurado."

Quienes me leais habitualmente ya sabeis que soy un firme defensor d edos cosa: el bilingüismo y la ortografia. Bueno, de la gramatica tambien. Esperemos que algun dia podamos dejar de ver aberraciones ortograficas en mensajes publicos ( que se supone que tienen detras gente con cultura, o sino, instituciones con dinero para consultar a gente con cultura ) como hacer la contraccion de la particula "de" con el "A" de A coruña.

3 comentarios

Creditos -

La importancia de hablar bien

No me refiero a las palabras soeces y malsonantes que se repiten en los Medios de Comunicación Social, y que toda la vida se han considerado de mala educación.
Se evitaban delante de los padres y de los hijos.

Y si un niño las decía, se le corregía:

- No digas esa palabra que es muy fea.

¿Es que la buena educación ha dejado de ser un valor?

Hoy quiero referirme a hablar el castellano correctamente.

Algunos medios de comunicación social están deteriorando nuestro lenguaje.

En castellano el plural de las palabras terminadas en “i” y en “u” tónicas se hace añadiendo “es”.

El plural de “rubí” es “rubíes”; y el plural de “tabú” es “tabúes”.

Sin embargo con frecuencia se oye en los medios de comunicación social decir “iraquís!, “iranís”, “marroquís”, “israelís”, etc.

Otra falta es hacer femeninas palabras en las que el femenino va en el artículo que precede. Se dice “la estudiante”, “la testigo” y no “la estudianta”, “la testiga”.

Lo mismo que no se dice “el dentisto”, “el artisto”, ni “el periodisto”, cuando se refiere a un varón.

También es frecuente una redundancia innecesaria.

Es frecuente oír “todos y todas”, “españoles y españolas”, “alumnos y alumnas”, etc.

En castellano el masculino incluye el femenino.

Si yo digo que un matrimonio tiene cinco hijos, incluyo también a las hijas.

Si yo digo que somos ocho hermanos, incluyo también a mis hermanas, porque hermano varón sólo tengo uno.

Ya se entiende que el masculino incluye el femenino.

Alguien dijo “jóvenes y jóvenas”. ¡Ridículo!

Se le consultó a la Real Academia Española sobre esto, y ésta fue la respuesta por medio de un mensaje electrónico: “En español el masculino de los nombres apelativos, especialmente cuando se emplean en plural tiene la particularidad de incluir en su designación tanto a seres de sexo masculino como femenino. Así, cuando decimos 'los alumnos', podemos estar refiriéndonos a un colectivo formado no sólo por chicos, sino también por chicas”.

Otra incorrección es decir “las gentes”, pues los colectivos ya son plurales.

Tampoco es correcto decir Lleida y Ourense hablando castellano. Lo mismo que decimos Turín y no Torino, y Londres y no London.

En cada idioma se deben usar sus propias palabras, a no ser que no la tenga como página web en Internet.

Pero no hay por qué decir “e-mail” pudiendo decir “correo electrónico”.

Sería deseable que los directores de la Real Academia de La Lengua Española y de Radio y Televisión Española procuraran que los medios de comunicación social cuidaran la corrección del lenguaje.

el que curra aqui -

Evidentemente, no me refiero a lo de A/La, sino a la contraccion "da Coruña" en lugar de "de A Coruña". Que lo se se dice hablando no es lo que se permite escribiendo, aunque si incluso en la universidad local lo hacen, no creo que a los demas les importe demasiado...

El Tete -

Hombre, ya sabes que yo siempre he sido defensor de la implacabilidad contra la ortografía.

Ahora, según el idioma en que se hable, si es en gallego, claro que será "A Coruña", pero si hablamos en castellano... pues va a ser que no.