Porque no comprarle un bocadillo a quien nos lo pide.
Imaginemos la siguiente escena. Es usted, querido lector, una trabajadora sanitaria de un hospital coruñes publico, camino de sus 30 minutos de descanso. En la puerta de la cafeteria un paciente le pide que le compre un bocadillo de jamon de york, mientras le ofrece un billete de diez euros. Evidentemente, como miembro del personal hospitalario sabe que no puede ser, y le recuerda al paciente que debe seguir con la dieta programada. Hecho esto, entra en la cafeteria para tomarse un descanso.
Sigamos con la escena, querido y paciente lector. Ahora es usted una señora que ha ido de visita al mismo hospital y se encuentra con el mismo paciente. Asi que usted asiente, entra, compra el bocata y se lo da al autentico comprador, que lo esconde en su bata y desaparece.
Lo anterior es un caso real. Veamos, el Sergas no es rico, pero aun asi tiene dinero para comida. Si a un paciente no se le da un determinadoi tipo de alimento, es por alguna razon. Asi que no le hacemos ningun favor comprandoselo de tapadillo, mas bien al contrario.
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